Una desmitificación de la literatura

 

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Fuente: Siempre / Mayo 2019

 

Una tarde a principios del mes de abril me encontré a Alejandro Zambra, el escritor chileno, en un café de la Condesa. Tenía planeada una entrevista de clásico marketing de letras, dado que, como siempre pasa cuando uno conoce a algún autor admirado, no sabía qué preguntar o qué decir. Cuando me senté frente a Zambra, al tiempo que él pedía un té de canela y miel, noté su semblante de insomnio, parecía que no había dormido desde hace mucho. Me miró con curiosidad y sonrió cuando notó mi camisa de los Peanuts, la elogió y preguntó si la usaba diariamente, yo traté de convencerlo de lo contrario "solo cuando estoy aterrado".

 

Realicé el protocolo de agradecimiento a nombre de Siempre! Y le pedí que me contara de qué iba su nuevo libro, 'Tema libre', publicado por Anagrama. "Tema libre", respondió sin más. Solo cuando se dio cuenta, después del silencio y mi cara, de que había hecho bien en ponerme la camisa de los Peanuts ese día, Zambra dio inicio a una fascinante lección literaria en la que, en lo sucesivo, yo solo tuve que levantar la mano para cuestionar lo que no entendía, únicamente eso.

 

Debo aclarar que, no por salvarme de hacer el ridículo, aquella clase sobre la creación de su obra dejó de ser en algún momento desconcertante; todavía hoy sigo tratando de asimilar lo que Zambra me dijo mientras alborotaba su cabello, jugaba con mis notas inservibles de lo que pretendía preguntarle y tomaba su té.

 

Eso representaba

 

¿Qué significaba cuando en el colegio te decían 'tema libre'? Si el profesor decía de pronto 'tema libre', eso representaba que podías escribir lo que quisieras. El título de mi libro viene de ese momento en el que el profesor ya no sabe qué tema asignarte y dice 'tema libre'; creo que ahí había un problema, en la búsqueda en el camino, junto con eso, aparecía ante mí una escritura que ya no estaba gobernada por un tema sino que permitía conexiones inesperadas que dejaban descubrir lo que querías decir al momento de decirlo; a mí lo que más me gusta de escribir es exactamente eso: el momento en que ya no sabes lo que estás haciendo. Yo tenía un plan, decía que estaba escribiendo un cuento o una novela, que sea más o menos así, y cuando te sentabas a escribir y aparecía una frase y después otra, ya de pronto no sabías lo que estabas haciendo.

 

Continúa la lectura de esta entrevista con Alejandro Zambra aquí: http://www.siempre.mx/2019/04/una-desmitificacion-de-la-literatura/